(Extraídos de El Adiós, 1997)
Memorias Errantes
Recuerdo cuando esperaba,
Con leve ansiedad, en la barra de un bar
Que me sirvieran un trago,
Y miraban la muchacha que pasaba
Como un deslumbramiento.
Y veía también, como un deslumbramiento
Su negra cabellera derramada hasta la cintura.
También me hipnotizaban los caminos:
Siempre de partida y que jamás
Llegaban a ninguna parte,
Y el agua marrón del río, con lentos
Remolinos como preguntas
A las que sólo el viento responde.
Y la nostalgia
De lugares desconocidos, en fin
Todo lo fascinantemente remoto
Todo cuanto es promesa, aventura,
Inquietud permanente, y los melancólicos
Adioses a tantos lugares y seres
A los que uno imaginó que jamás perdería.
Una reunión de amigos
Una reunión de amigos
Para celebrar juntos el estar vivos.
Los muros desaparecen y las olas
Llegan hasta el umbral y cantan.
Es entonces cuando los árboles bailan,
Ciertos lugares resucitan y el mar
Está muy lejos pero siempre presente.
Suelen a veces llamar desde el pasado
Las mujeres amadas que desaparecieron
En extrañas aventuras.
O alguien
Se despide y la vajilla tiembla.
O llega de improviso una dama fantasma
Que a todos hechiza.
Pero el día
Es para siempre bendito, aunque de pronto
Desaparece sin más rastro
Que un reguero de nostalgia
En la frescura de la luz.
Enrique Molina: Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1910. Aunque terminó sus estudios en materia de derecho, su espíritu aventurero lo llevó a vivir una vida intensa como tripulante de barcos mercantes en el Caribe y Europa, experiencia que se refleja a lo largo de toda su obra. Identificado con las ideas y los fines del movimiento surrealista, fundó en 1952, con Aldo Pellegrini, la revista A partir de cero. Considerado como uno de los más importantes poetas de Latinoamérica, obtuvo importantes galardones, entre los que merece destacarse el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes 1992, y Premio Municipal, entre otros.
Su obra está contenida en las siguientes publicaciones: «Las cosas y el delirio» en 1941, «Pasiones terrestres» en 1946, «Costumbres errantes o la redondez de la tierra» en 1951, «Amantes antípodas» en 1961, «Fuego libre» en 1962, «Las bellas furias» en 1966, «Monzón Napalm» en 1968, «Los últimos soles» en 1980 y «El ala de la gaviota» en 1985. |
Falleció en Buenos Aires en 1996.