Irina-Roxana Georgescu (Rumanía, 1986) escribe poesía, ensayos literarios y crónicas de cine. Su volumen de poemas Nociones básicas (2018) ganó el premio Ópera prima, otorgado por la Unión de Escritores de Rumanía y en 2020 fue traducido al francés por Luiza-Maria Daniliuc y publicado en Canadá. En 2022, publicó en Francia el poemario Une contre-histoire (Editorial L’Harmattan) y, en 2017, el poemario Intervalle ouvert (Editorial L’Harmattan), traducido al español por José Marrero y Castro; revisión de la traducción: Claudia Aura Vasile. Asimismo, en 2024 va a aparecer la traducción al español de su debut literario Nociones básicas, realizada por Albert Denn y Borja Mozo Martín.
Los textos de abajo, traducidos por Claudia Aura Vasile, forman parte de un nuevo proyecto poético basado en los temas de la maternidad y de la niñez.
DEALERS DE DOLOR
Mi minion con mejillas deliciosas ha dormido hoy más de seis horas,
lo he amamantado mientras estaba durmiendo, como a una rana envuelta en muselina.
Entonces se ha reído por primera vez el juguete de carne y hueso.
Mi minion tiene ya cuatro meses. El otro día le tomé las huellas de las manos y de los pies –
había aplazado “la operación” más de un mes.
Dani y Florin te regalaron plastilina blanca.
Hasta la noche, la mezcla de leche y yeso llevando tus huellas se endureció.
Las miro y me quedo asombrada al ver lo pequeño que eres. ¡Lo pequeños que fuimos todos una vez!
La abuela nos ha acompañado. La abuela sabe jugar contigo, Lucas.
Los padres son siempre más estrictos que los abuelos. Y casi siempre no tienen tiempo.
Florin y yo tuvimos a mamá Filica y al abuelo Ion: nos han proporcionado cuentos, juegos y maravillas.
Y Lucas te tiene a ti, Buni-Buni. Y al buni Paul.
Así se dice: los abuelos tienen paciencia sin fin con sus nietos. Y amor infinito.
Has curado a la abuela, quitándole el sufrimiento y el dolor.
Así se dice: a los nietos se les permiten todas las travesuras. Ellos son dealers de dolor.
Allí, en Crusov, donde la canícula tatúa la soledad detrás de los ojos como a una fatamorgana,
allí, en Crusov, donde hay cuentos con gente que vuelve de su camino sobre el agua y
de su camino por los sueños,
allí, en el pueblo del campo donde otros, igual que nosotros, vivieron su niñez de leche,
siguen escuchándose, en las callejuelas, nuestros gritos de alegría.
Todavía se perciben los hologramas de los niños que fuimos una vez.
DIVERSIFICAMOS
Hemos ido a la feria de bebés con los dos bebés primos – hermanos.
A cualquier paso, miradas curiosas o desanimadas,
libros que suenan, padres que tienen entretenidos a sus hijos,
comerciantes aburridos de formular el mismo mensaje.
Este día es un trompo del capitalismo.
¿Tienes dinero? Ven, invierte todo lo que tienes. ¿No tienes dinero? No te aflijas, apártate y mira.
Este es el mundo en el cual vivirán nuestros hijos.
Hemos dado una vuelta por la feria – pronto vamos a hacer el cambio de la cuna a la cama,
de baby nest va a dormir en una cama de bebé con colchón de coco,
la silla de coche la cambiaremos por otra más grande, el portabebés por un carro de bebé.
Lucas y Buni-Buni intercambian miradas cómplices.
“Está bien todavía”, te dices a ti misma. “Niños pequeños, preocupaciones pequeñas”.
El corazón de Buni-Buni se derrite cuando escucha gorjear a los dos bebés-primos.
Como si le crecieran alas de colores como a una libélula. Y vuela con ellos hacia el cielo de octubre.
Traducción de Claudia Aura Vasile | Poesía Rumanía | Buenos Aires Poetry 2024
