Flor Aguilera García es una narradora y poeta mexicana. Es conocida por sus libros de cuento y novela para niños y también por el podcast “Como Pizarnik en Paris” que inició durante la pandemia. Estudió periodismo en México, Historia del arte y Literatura inglesa en la Universidad de Toronto, Canadá y la maestría en Relaciones Internacionales en París, Francia. Entre sus libros se encuentran: Cuando Plutón era un planeta, Antes de mí, Para que sepas qué hacer conmigo, Jack decía que su hermano era el mar, El último vuelo fue a Shanghai, El sacrificios de los lirios y As the audience begs for a ferocious tango.

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De aquel Japón de cerezos
solo queda un corto río, la luna, una balsa
y un kimono diminuto
que juega entre narcisos.
Con sus piernas de flamenco,
la viuda se encoge adormecida.
Ella será la eterna lluvia veraniega.

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Señoras y Señores, Leonard Cohen, poeta

Caveat emptor escribió sobre el espejo de la bañera.
Nos enseña así a mantenernos en alerta ante tanto cirujano plástico
…………………………………………………………………que vive del
colágeno e ignora el silencio de las piedras.

Con tal de seguir buscando las letras no dormiré, se rebelará mi
espíritu, protestará contra esa muerte secundaria, una tradición insensata.

Algún día espero yo también convertirme en otra reclusa de Hidra,
…………………………………………………………………encerrada por
siempre entre sus largos cabellos, sus ojos deltas.

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Hoy saldré a las calles vestida de mujer.
Buscaré entre fracturas de aceras
un bisturí olvidado, un reloj de arena,
una cámara oscura con un símbolo en japonés.
Pero en Laurier sólo encontraré un libro,
arquitectura vernácula,
en Saint-Denis algunas cajas de cerezas
y una que otra ceniza de amores nocturnos,
botellas de vino sobre una banca voyerista,
alegrías ebrias para alguien más.
Conseguiré una compañera de viaje, olfateando encontrará semillas
para un arte-invento,
un catálogo de nacimientos y muertes, de catástrofes familiares
y otros años más risueños.
Dejaré yo un regalo para otros buscadores; una postal enviada por un
novio que tuve,
un viajero que me
enseñó a mirar hacia abajo mientras camino.
Cada paso nuestro por edificios que nos comprenden, será una
construcción oblicua
o un salto mortal.

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