Cinco Puentes Coronarios al Hilo | M. S. (Colección Pippa Passes, 2021)

M. Serrano nació en 1973, en Quequén, Buenos Aires, Argentina. Su último trabajo publicado fue Variaciones Argerich (del Dock, 2019), obra conformada por un tomo de poesía y una novela. Anteriormente: Psiquis anatómica (En Danza, 2016); Segunda Fundación (Cabiria, 2015); La única cosa necesaria (Del Copista, 2012); La diástasis de las tibias largas (Sigamos enamoradas, 2008); y Formación Hospitalaria (Sigamos enamoradas 2006). Sus poemas han sido incluidos, pese a todo, en diversas antologías, entre ellas: The Other Tiger: Recent Poetry from Latinamerica (Seren, 2016), compilada por Richard Gwyn; Poetas Argentinas (1961-1980) (Ediciones Del Dock, 2008), compilada por Andi Nachon; Cuestión de Luz. Diecisiete poetas argentinos (Huesos de Jibia, 2014), compilada por Ricardo Herrera, Erótica (Ediciones En danza, 2015), Plantas (Ediciones En danza, 2016), Arbolarium: Antología poética de los cinco continentes (Editorial C. J. M. León, 2019) y Hotel Quequén (Sigamos enamoradas, 2006).

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SALIR DE LA ANESTESIA

Entre vidrios nuestras camas
………….estériles
………….ojos secos, posanestésicos, un poco de aire apenas
………….humidificado, el resto es escenario
donde manzanas, como de manzanares caen
………….una tras otra
elipses, hojas, masas crepusculares, domingo
sin tiempo ni espacio para un cuerpo
renacido de las sierras, de un separador de huesos,
de las costuras, y tanta manipulación
………….de saberes,
para mí ya no hay horas, o no importan, no soy víctima
de arbitrarias unidades de medida,
me importa un pito el ángelus, los postres franceses,
………….queso y uvas, membrillo,
todo es esta ruptura brutal
de los automatismos, esta resaca
amanecida de tremenda juerga, días, horas o manzanas,
………….imágenes ilusorias, una elipse
continúa su derrota
entre formas matemáticamente imperfectas,
ligeros brillos titilan y desbordan la hojarasca séptica,
fulgores de neón, matan lo inflamable
en el aire, y las manzanas
verdes, rojas, se vuelven
………….ídolos, campeones, fragmentos de carne, flores,
culos que caen
y muestran su profunda y política grieta,
el enjambre
………….peludo, pornosoft, de siglo pasado,
………….de televisión por cable, culos
que caen del techo al piso, amodorrados, en orden
y con cada respiración mecánica liberan
al convaleciente, al yo convaleciente
del esfuerzo, de obrar
con medios propios a fin de
sobrevivir. Digamos,
………….de fondo, en el fondo de mi alma,
veinte segundos de Daniel Melero tocando Así,
un dulce y bruto pattern cardíaco entre los engranes
de la unidad de cuidados intensivos,
………….la monotonía fría de la luz
………….artificial dice:
la batalla hay que darla en todos los campos
aún en aquellos poco atractivos,
porque es necesario,
realmente, es justo y necesario,
continuar cayendo junto a esos cientos de puntos
dibujados, viejos juegos electrónicos,
en esta realidad –ni sí ni no, ni blanco ni negro–
………….de cortes, suturas, mutilaciones,
hasta aterrizar, vencido, en el estelar orificio
como si fuera nada, acostumbrado,
a dejarse ir.
Quizá, cuando me encanutaron
………….en el quirófano, bañado en iodo y povidona,
bajo la luz
………….de la gran tecnología médica, óptica, astronómica,
algo hicieron,
entraron en mí con sus artefactos, lisos, pulcros,
marcaron territorio,
………….alcanforada meada profesional
y quizá, muchos culos, muchos miedos y vencidas,
al llegar al piso,
acabaron por instalarse
………….en el horizonte,
miles de culos,
interminables llueven,
pura repetición de la historia,
y qué más da
¡Que la repitan! ¡Que se abran!
Junto al trueno áspero de cada respiración mecánica
me asisten.