Cynthia Pech, Ciudad de México, 1968. Con el poemario Intersticios, obtuvo Mención Honorífica en el I Premio de Poesía Experimental Raúl Renán, en 1999. Desde el año 2000 forma parte del Comité Editorial de la revista literaria Blanco Móvil y desde el 2015, de Andamios, revista de investigación social. Ha publicado también los libros Vértice de mar (2006) y Raíz de un instante (2014). Su poesía ha sido incluida en las antologías, traducida al inglés, italiano y árabe, y publicada en revistas nacionales e internacionales. Es Doctora en Filosofía por la Universidad de Barcelona y Profesora-Investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
ÓPTICO
El instante se observa como si fuera el olor del día. Los nidos en los árboles engullen el silencio de la casa. Los colores prístinos se ofrecen a la mirada. La tarea de la flor es mirarme.
GRANIZO
No avisó la lluvia. De pronto, ensordeció el vacío y el granizo cubrió el tiempo. Ayuno de luz sobre su eco y la tarde nublada perturbó a los zanates en sus horas de vuelo. La tempestad cayó sobre la ciudad y las calles se cubrieron de blanco para recordar que no hay previsión climática que valga.
CONFINAMIENTO
Confinar es una voz certera que encierra a una entre las paredes de su silencio y angustia. La paciencia quebrantada soporta la vertiginosa incertidumbre que rasga lo cotidiano y cualquier horizonte que brille como una gota de esperanza. El desafío del día es entonces, llegar a la noche con el arte de la creatividad en los sueños y al cerrar los ojos, encender la posibilidad de volver a saber algo.
ECLOSIÓN
a Francesca Gargallo, in memoriam
Cielo nuboso anuncia la lluvia. La casa en silencio se ha vuelto el rincón infinito de un mundo que ya no reconozco. Las viejas manías se agudizan y las nuevas se aprenden despacio, al ritmo de las noticias que alientan el miedo y la catástrofe del encierro como la única salida. La casa y sus muros estrechos abren cada día su posibilidad de imaginar una vida plena. La casa resguarda mi entereza, pero también, asfixia mis ganas de asomarme a la puerta cuando las cifras de cada día desglosan más muertos que como la lluvia, levantan el bochorno de la tarde. Lo sé, hay otras lluvias, igual de intensas y escandalosas.
PANDEMIA
a Rafa Zamudio, in memoriam
Hoy alguien va a morir, mañana también. La certeza es aguda y picante, no encuentra estrategia para salir de ella misma y se anuda, insistentemente, al mar: esa premonición que recorre cada parte del cuerpo, aunque es quizá el estómago donde el vértigo de los alvéolos irradia el vacío de un miedo mayor.
CACOMIXTLE
Rasga la noche en el tejado. No hay punto de búsqueda en el horizonte, apenas unos sonidos que despiertan el sueño de los insomnes. Revienta en los oídos el paso firme y espontáneo sobre el techo. Las dos de la mañana es lo de menos. Lo demás es la noche diaria en que aparecen los roedores de este lado de la ciudad. Nada el silencio nocturno entre los cascabeles de su cola, cimbra a lo lejos el maullido de un gato y el perro de la vecina ladra. La noche es intensa. La madrugada no es amiga del desvelo. Noche tras noche la visita inesperada es puntual.
VAHO
para JGR
Él llama y ella lo evade. Sigue de fondo el mismo trozo de cielo. La luna más redonda que ayer se asoma en ese firmamento que palpita. Las sumas residuales de una pandemia destilan la fuerza de unas ganas temerarias por vivir, quizá porque en el fondo todos nos sentimos muertos en vida. Mejor entonces hurgar en los recovecos de lo conocido para atrapar esa emoción que no se puede nombrar. Cualquier indicio de algo seguramente es el espejismo del momento.
Fragmentos de lo que no se ve. Notaciones de un confinamiento
Buenos Aires Poetry, 2023
60 pp.; 15.24 x 22.86 cm
ISBN 9878470504
Poesía MÉXICO