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James Byrne (Buckinghamshire, Gran Bretaña, 1977) es poeta, editor, traductor y académico. Doctor en literatura por la Universidad de Edge Hill y maestría en poesía en la Universidad de Nueva York —con la prestigiosa beca Stein. Sus más recientes colecciones de poesía son Everything Broken Up Dances (Tupelo, US, 2015) y The Caprices (Arc Publications, UK, 2019). Es el editor de The Wolf, una influyente revista literaria a ambos lados del Atlántico, que fundó en 2002. En 2012 co-tradujo y co-editó Bones Will Crow: 15 Contemporary Burmese Poets (Arc, 2012; Northern Illinois UP, 2013), la primera antología de poesía birmana contemporánea publicada en inglés. Es co-editor de Atlantic Drift: An Anthology of Poetry and Poetics (Edge Hill UP-Arc, 2017) y Voice Recognition: 21 Poets for the 21st Century (Bloodaxe, 2009). Fue poeta en residencia de Clare Hall en la Universidad de Cambridge, y es profesor titular de poesía y poética en la Universidad de Edge Hill. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas, incluyendo el árabe, birmano, chino y español; y ha sido invitado a dar lecturas en Macedonia, Libia, Siria, Colombia, Ecuador, EE. UU., entre otros países. Se ha distinguido por su compromiso con las poesías y poéticas no-anglófonas y es el editor internacional de Arc. John Kinsella escribió sobre Blood/Sugar que “James Byrne es un fenómeno”, y Forrest Gander, que leer Everything Broken Up Dances es “como echarse unos tragos de aguardiente del mundo”.
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from Blood/Sugar
de Sangre/Azúcar
Blood/Sugar (Todmorden [Gran Bretaña]: Arc Publications, 2009).
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Recovery
Let me imagine you coming home
from the dark, between body and mind,
making evidence of yourself
the way a tree waves up from its shadow.
There are dinner-halls you have silenced
with a single spark of wit,
there are men you have governed
through pure scent, pure posture.
Now for your most difficult trick:
to restart a life that ends by turning into gold.
In September (the month that tends to all others)
let me be able to conjure your best side,
to have some kind of grip on the intactness
of living, the way mirrors do.
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Recuperación
Déjame imaginarte regresar a casa
desde la oscuridad, entre el cuerpo y la mente,
haciéndote innegable de la misma manera
en que un árbol hace olas desde su sombra.
Hay refectorios que silencias
con una sola chispa de ingenio,
hay hombres a quienes has gobernado
con solo el aroma, solo la postura.
Ahora tu ardid más difícil: empezar de nuevo
una vida que termina al convertirse en oro.
En septiembre (el mes que asiste a todos los demás)
déjame conjurar el mejor lado tuyo,
entender de alguna forma lo intacto
de la vida, como hacen los espejos.
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from White Coins
de Monedas blancas
White Coins (Todmorden: Arc Publications, 2015).
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Mortality
What makes for strong pillars? Roots
like crooked fangs and the spectacle
of letting blood. Those Nietzchean debts
collected, as if to pay what you owe
were pure as the horizoned backdrop
to some Parthenonic theatre. Death
is in the world, stand up, weep together
or longer. Insects sport all day in the sun.
Easterly winds nip the verdure nightlong.
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La mortalidad
¿Qué sirve de sólidos pilares? Las raíces
como colmillos torcidos y el espectáculo
de la sangradura. Esas deudas nietzscheanas
recogidas, como si se pagara lo que debías,
eran tan puras como el trasfondo hecho horizonte
de algún teatro partenónico. La muerte
está en el mundo, levántense, lloren juntos o por más
tiempo. Los insectos practican deportes todo el día bajo el sol.
Los vientos del este mordisquean el verdor toda la noche.
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Heaven
Life is good and there’s plenty of it.
Hymnals of rose and thorn. Henbane
doesn’t bloodspeckle the white lilacs.
Barbauld saw heaven with cherubim
flying on fired wings. Borges craved
endless library shelves. Hold on hope.
Son of Jesse, shepherd king, with what
language do we say goodbye to ourselves?
What bell sings another hour of her?
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El paraíso
La vida es buena y hay mucho de ella.
Himnarios de rosa y espina. El beleño negro
no salpica las lilas blancas de sangre.
Barbauld vio el paraíso con querubines
que volaban con alas fogosas. Borges anheló
las repisas infinitas de una biblioteca. Esperanza, no te rindas.
Hijo de Jesé, rey pastor, ¿en qué
idioma nos despedimos de nosotros mismos?
¿Qué campana canta otra hora de ella?
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from Everything Broken Up Dances
de Todo lo deshecho baila
Everything Broken Up Dances (North Adams, Massachusetts [USA]:
Tupelo Press, 2015).
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One/Another
One sighs heavily down the telephone
Another pours the assassin’s quicksand
One leaves the garrison lonely as a bullet
Another fills white tubs with kerosene
One is surveyed from the border glass
Another guards against the darkness of trees
One clinks to the enemy’s thimble
Another fantasizes death in a flyway
One slugs the sitter at his pianoforte
Another takes shade under a fig tree
One discerns bloodiness from the siren
Another brandishes the manacles
One juggles dust between his hands
Another combusts the basecamp
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Uno / otro
Uno suspira con fuerza por el teléfono
Otro vierte las arenas movedizas del asesino
Uno deja la guarnición tan sola como una bala
Otro rellena cubos blancos de querosén
Uno es observado desde el cristal fronterizo
Otro se resguarda contra la oscuridad de los árboles
Uno tintinea al ritmo de dedal del enemigo
Otro fantasea con la muerte en vuelo
Uno le da un puñetazo al vigilante en su pianoforte
Otro busca sombra bajo una higuera
Uno discierne en una sirena la sangre
Otro blande los grilletes
Uno hace malabares con polvo entre las manos
Otro le da fuego al campamento base
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from The Caprices
de Los Caprichos
The Caprices (Todmorden: Arc Publications, 2019).
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Thou who canst not
As if the weight that we carried
were love, not a pocket of silver.
Bloodshadow rivers in white sand,
is whispered at the buccaneer’s ear
by King Ferdinand. Eighty Maravedis
for the price of a cavalry, a peninsula.
On their backs, the sign of the beast,
the profiteer that relies on war.
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The sleep of reason produces monsters
Now that the state legitimises hate,
a wakeful trump of doom must thunder
the valley deep (where are the Blakes
and Miltons now?). Crisis of mirrors
where my neighbour reasons only
with himself: a hissing face, chained
to sleep in a star’s coda. A fantasy,
that whatever is pure is ENGLAND.
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Tú que no puedes
Como si el peso que cargáramos
fuera el amor, no una bolsa de plata.
Ríos de sangre sombría en la blanca arena,
al oído del bucanero susurra
el Rey Fernando. Ochenta maravedís
por el precio de una caballería, una península.
Sobre la espalda, el signo de la bestia,
el usurero que vive a cuentas de la guerra.
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El sueño de la razón produce monstruos
Ahora que el estado legitima el odio,
un triunfo matutino de catástrofes truena
profundo como un valle (¿dónde están los Blake
y los Milton ahora?). Una crisis de espejo
donde mi vecino razona solo consigo mismo:
una cara que sisea, encadenada
al sueño en una coda de estrella. Una fantasía,
que todo lo que sea puro es INGLATERRA.
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Extraído de James Byrne, Poemas selectos, Buenos Aires Poetry, 2019 | Traducción de ©Katherine M. Hedeen & ©Víctor Rodríguez Núñez | Primera edición, 2019 | Editorial ©Buenos Aires Poetry.
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