Antonio Manilla (León, España, 1967) ha publicado ocho libros de poesía y obtenido premios como el Francisco Valdés de Periodismo y el Emilio Prados, Ciudad de Salamanca y Generación del 27 de poesía, así como disfrutado la Beca Valle Inclán de literatura que concede el Ministerio de Asuntos Exteriores en la Academia de España en Roma. Autor de la biografía oficial sobre el magnate hispano-mexicano Antonino Fernández y del ensayo Ciberadaptados, también ha realizado incursiones en la literatura infantil y juvenil con los títulos Mi primer libro del Real Madrid e Historia del Real Madrid para jóvenes. Actualmente es coordinador de poesía en la revista digital Epicuro y en 2020 publica una serie de doce biografías titulada Mentes maravillosas. Con su primera novela, Todos hablan (en prensa), obtuvo el XIII Premio de Novela Corta Encina de Plata.
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Sobre un tema de Cervantes
Hay hojas sobre el agua del estanque
y verdes, rosas, oros, malvas muertos
en las laderas que arden encendidas
por las sombras y el frío de septiembre.
Huele a madera el aire, a cierzo, a humo,
a un perdido ayer que se insinúa.
Un perro ladra, pasa un carro y todo
tiene el ritmo moroso de las cosas
que son eternas y que nunca acaban.
Para cumplirse el ciclo del otoño
han de llegar aún
una presencia y un eco imprescindibles:
la lluvia que acaricia las estatuas,
la que conforma los espejos,
la que sucede en el pasado
de un hombre ciego en Buenos Aires.
La misma que ahora mismo
se acerca a recordarnos
en el cristal de la ventana
con tímidos avisos
una verdad hermosa como un verso:
la lluvia son las manos
de la melancolía.
……………………………Sus arrugados,
tenues,
fieles dedos.
(De Una clara conciencia, 1997)
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Última claridad
En el cristal refulge el moribundo
sol que hace solo un rato deslumbraba a la tarde.
Es un ala sin aire, un ave detenida
en la mitad del vuelo
por un disparo, mientras se desploma
todavía un instante
de esplendor
brillando en las costuras de las hojas.
(De El lugar en mí, 2015)
Marea baja
En aquello que hagas
en el lapso inconcreto de esa vida
que consideras tuya y es del viento,
pon lo mejor que tengas:
ardor, bondad, belleza.
Todo lo que te haya sido dado,
también cuanto hayas adquirido, todo,
sin reservarte nada, a cada instante.
¿Porque sabes acaso si mañana
habrá camino para volver sobre lo andado,
una oportunidad para la enmienda?
Solo el presente es nuestro. Y nada dura.
Cada logro o propósito,
cuanto creemos firme, duradero:
rastros de nuestro paso en una playa
que borra sin pasión el mar al retirarse.
Somos huellas de arena en la marea baja.
(De En caso de duda y otros poemas de casi amor, 2016)
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Sub sole
Mejor que tú lo sabe
quien ha vivido tantas primaveras
como para dejar que algo le maraville
aunque vital florezca y se alce y cumpla
su cometido con la tierra toda;
aquel que en el desdén de él fenece
porque signó en un sueño su fortuna
y pronto vio acercarse a un anciano
con las ropas raídas y sin nada;
el que al amor le fía la existencia
y el rumbo de su ser
y tarde reconoce que camina
llevado de la mano por un niño;
quien ha vivido tanto y tanto invierno
como para juzgar con impiedad
a una bestia al acecho de comida
en el mundo invadido por la nieve.
Mejor que tú lo sabe
…………………………….el mundo entero:
no existe novedad; la vida se repite.
(Y por los siglos
se expande, igual que un gen,
con todo, siempre,
en variante infinita, el mismo error humano,
la cepa resistente de ese virus
salido de la caja de Pandora:
la infatigable búsqueda de la felicidad).
(De Suavemente ribera, 2019)
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La búsqueda
(Con Andrés Calamaro)
Te busco en ti
y así te pierdo.
Te busco en otras
y no te encuentro.
Te encuentro en otras
y no me siento.
Te encuentro en ti
y al fin me pierdo.
(Inédito)
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Colaboración enviada por Juan Carlos Abril | Buenos Aires Poetry, 2020.