Purga | Fermín Vilela – Buenos Aires Poetry

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Fermín Vilela (Buenos Aires, 1992) es poeta y traductor. Fue autor de variados artículos, traducciones y entrevistas publicados en revistas y editoriales como Buenos Aires Poetry, Anfibia, Mundo con libros o el suplemento literario Fractura, de la Agencia Paco Urondo. Purga es su segundo libro de poemas.
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BUITRE

Igual que muchas noches resisten
Sin una luna, sin una estrella
Así resistiremos nosotros
Cuando uno se vaya bien lejos
Leonard Cohen

Hay una inmunidad disponible
en la vieja atrocidad
la vieja y renovada atrocidad

Tu pequeño ladrón
llevará el cerebro de Prometeo
en su boca cuando te haga renunciar
a lo único que no había podido quitarte

Tu pequeño ladrón
te hará cortar las raíces
que tanto supiste cuidar

Te hará pronunciar sentencia
sin crimen de por medio

Te hará confesar
parásitos inexistentes.

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CHARLEVILLE

Fuimos alimentando la boca del muerto
y como mariposas que aplastan
sus anécdotas contra la piedra
nos vimos llevando flores
al espectáculo de la carne magra.

Esa tarde nos sentamos a su costado.
Acto seguido le preguntaste
si nosotros también hubiésemos
ignorado sus iluminaciones
y si hubiésemos sido,

por herencia natural del combate,
los parásitos retratados en ellas:
nosotros al fin y al cabo
fuimos consumidores divinos
de antiguas golosinas.

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GALOPE

Basado en La fraisne, de Ezra Pound

Ella me hizo observar mis maneras
de engrasar fraudes en la esperanza
y ranuras de viejos candados

hasta que conseguí limpiar el veneno.

Al nombrar otros caminos
de galope hacia adentro
ella me levantó el corazón en purga

viendo cómo los rayos desmentían su carne amarga.

Guardando mis lágrimas
en una flor muerta de seibo
y dejándola bajo una piedra

bailé con ella para dejar atrás la bronca del consejero

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Purga

Estás lamiendo, hace mucho tiempo, la Joya
Antigua. Mientras escribo esto todavía no pudiste
soltarla, como tampoco lo hago yo: interminable
sumario de estatuas y mitologías.
Vayamos a prepararnos. Porque ciertos metales
preciosos no pueden esquivar el óxido de su luz
pasajera. Porque el asco del sabor metálico nos
hará rebelar contra ese relicario que guarda carroña
y fantasmas dentro, nos hará dejar atrás las medias
secas de lágrimas, secas de semen, nos hará intuir
que en esa purga de cifras inconclusas nosotros
también éramos ausencia, y que en ella yacían
todos los elementos para nuestra liberación.